Bancos-ataúd a precio de lujo: el mobiliario que nadie pidió y todos pagamos
Desde el Grupo Municipal Socialista queremos manifestar nuestra sorpresa y nuestra perplejidad ante la reciente colocación de los bancos del paseo del rio.
Jose Antonio Cartón señala que “entendemos perfectamente que se haya creado revuelo en las redes por la colocación de esos bancos-ataúdes, pero lo que debería provocar la noticia más que risa es indignación al conocer cuánto ha costado ese mobiliario. Un importe total de 14.641,97 euros, con cargo al proyecto europeo del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino. Una “sostenibilidad que por lo visto, no incluye ni el buen gusto ni la responsabilidad en los gastos.”
Añade que “concretamente esos 6 bancos que ahora decoran nuestro paseo del rio con aires de tanatorio moderno han costado 3.737,45 euros. Es decir, más de 600 euros por unidad para instalar piezas sin respaldo y con un diseño que ni invita al descanso ni respeta el entorno y que provoca más inquietud que descanso. Si el objetivo era que nadie se sentase, podemos decir que han acertado.”

Un mobiliario urbano, que va a resultar que “nadie pidió” y que todos pagamos, nos atrevemos a decir que de entre todos los modelos disponibles en la web del proveedor, se han escogido precisamente los más antiestéticos, con diferencia. Esta decisión no es solo una cuestión de mal gusto, sino también un reflejo de la falta de supervisión política en los contratos públicos, donde los responsables del gobierno municipal parecen más interesados en adjudicar rápido que en revisar lo que se está comprando.
Cartón subraya que “resulta especialmente grave que, ante la polémica, el propio alcalde se haya desmarcado del asunto afirmando que “él no los eligió”, como si el mobiliario urbano de Ponferrada se decidiera por generación espontánea. La falta de responsabilidad política y de control sobre las adjudicaciones es tan preocupante como el propio resultado estético.”
Este caso no es una excepción, es otro capítulo más del catálogo de derroches a los que nos tiene acostumbrados este equipo de gobierno. Ya no sorprende ver cómo se manejan fondos públicos con una ligereza preocupante, sin planificación, sin consulta ciudadana y sin sentido común. En lugar de apostar por actuaciones útiles, integradoras y bien pensadas, seguimos viendo decisiones improvisadas, estéticamente cuestionables y económicamente injustificables.
Finaliza señalando que “Ponferrada merece más. Merece bancos donde uno quiera sentarse, no donde dé reparo hacerlo. Merece planificación, participación y responsabilidad política. Y, sobre todo, merece gobernantes que no se escondan cuando se les señalan sus errores, sino que den la cara y empiecen a rendir cuentas”.

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