El radar de la manipulación

Viajemos al 21 de noviembre de 2022. Una cariacontecida Begoña Carrasco se hace una foto, junto a Juan Carlos Redondo, al lado del radar instalado en la Ronda Norte, junto a los accesos al colegio Ramiro Izquierdo de Castelló. El objetivo, acusar al gobierno de progreso liderado por el Partido Socialista de tener ‘afán recaudatorio’.

Carrasco, y ahí está la hemeroteca, llegó a decir que ‘existen otros métodos que no sean siempre pasar por caja’ a la hora de hacer cumplir la Ley de Seguridad Vidal’, utilizando de nuevo, como ha sido y es habitual en el partido Popular, la demagogia.

Carrasco hizo de la seguridad de los vecinos y vecinas una herramienta electoral, y hoy sus vergüenzas quedan al descubierto. El pasado fin de semana su concejal de Seguridad y ‘Odio’, Antonio Ortolá, otro que criticó los tres radares instalados en las rondas de entrada y salida de la ciudad, defendió su existencia, señalando que ‘no se trata de sancionar por sancionar’, sino que su principal objetivo es ‘concienciar a la ciudadanía’ y ‘recordar que la seguridad es una responsabilidad compartida porque respetar los límites de velocidad puede salvar vidas’.

Las 8.510 multas que PP y Vox pusieron a conductores y conductoras durante 2024 son ahora para concienciar, claro, y las del gobierno anterior era para freír a la ciudadanía a multas. El chiste, si es que hiciese gracia, se cuenta solo. Si hubiese un radar de demagogia y manipulación, Carrasco y Ortolá lo colapsarían.

Patricia Puerta
Portavoz del Grupo Municipal Socialista
en el Ayuntamiento de Castelló