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El PSPV propone un Plan Municipal de Prevención del Discurso del Odio tras la desarticulación en Castelló de una célula terrorista neonazi

  • La propuesta socialista para el próximo pleno condena cualquier expresión, acción u omisión que fomente el odio, rechaza su blanqueo, contempla un punto municipal de atención y apoyo a víctimas de delitos de odio y reconoce la actuación de las fuerzas de seguridad para desmantelar la organización The Base

El Grupo Municipal Socialista de Castelló ha registrado una moción, para su debate y aprobación en el pleno del próximo 28 de diciembre, en el que busca el acuerdo de todas las formaciones políticas para “condenar cualquier expresión, acción u omisión que fomente el odio, la discriminación o la violencia contra personas o colectivos por motivos personales o sociales”.

Desde el PSPV, como señala su portavoz municipal, Patricia Puerta, “reconocemos y queremos trasladar nuestro apoyo a las fuerzas y cuerpos de seguridad por la desarticulación en Castelló de la célula terrorista neonazi aceleracionista The Base, y de forma paralela creemos que es necesario que el ayuntamiento reafirme la necesidad de reforzar la lucha contra el extremismo violento”.

En la moción, como puntos de acuerdo, se propone el rechazo a cualquier forma de blanqueo de los discursos de odio o del uso de la crispación como herramienta para erosionar la convivencia democrática. Además, se insta al ayuntamiento a implementar un Plan Municipal de Convivencia y Prevención del Discurso de Odio, con diagnóstico previo, acciones formativas y protocolos de actuación, y se solicita la creación de un punto municipal de atención y apoyo a víctimas de delitos de odio, asegurando asesoramiento y acompañamiento.

En los últimos años España, y en concreto en Castelló de la Plana, se ha vivido un incremento preocupante de los discursos de odio, tanto en los espacios públicos como en las redes sociales. “Lo que antes eran consignas marginales hoy se esparce con una naturalidad inquietante, a menudo amplificada por actores políticos que, voluntariamente o por omisión, han encontrado en la crispación una forma de hacer política”, señala la portavoz socialista.

Violencia

Con este contexto, hay que recordar que el pasado 1 de diciembre la Policía Nacional informó de la desarticulación en Castelló de la primera célula terrorista de ideología aceleracionista detectada en España, vinculada al movimiento neonazi internacional. Sus miembros, como han señalado las fuerzas de seguridad, acumulaban manuales de guerrilla urbana, instrucciones para fabricar armas caseras y mapas de objetivos. “No hablamos por lo tanto de un grupo de bravucones, sino de una estructura que asumía como legítima la violencia política contra migrantes, activistas, cargos públicos o cualquier persona que no encajara en su proyecto de ‘pureza social”, explica Patricia Puerta, quien señala que “es la prueba más clara que el discurso de odio no es solo ruido: es combustible”.

Permisividad de los mensajes de odio

A esto se suma “un clima de permisividad que ha ido calando”. Y es que el uso recurrente de mensajes que señalan a minorías, que asocian inmigración con delincuencia, que cuestionan derechos de las mujeres y de las personas LGTBI, o que caricaturizan al adversario político hasta la deshumanización, ha generado un caldo de cultivo propicio para la violencia verbal y física. Y estos mensajes “los tenemos muy cerca, tanto como en los propios plenos que preside la señora Begoña Carrasco, que mira siempre para otro lado pese a las barbaridades que se escuchan por parte de sus socios de gobierno y, en ocasiones, de sus propios compañeros de partido”, recalca la portavoz socialista.

Las entidades locales, por su proximidad y capacidad de cohesión, son el primer muro de contención ante este deterioro. “Castelló no puede quedarse mirando cómo si esto no fuera con nosotros, porque nuestra ciudad tiene que ser un espacio donde la diversidad se valore, donde las diferencias no sean una amenaza, y donde ninguna persona vea cuestionada su dignidad por motivos de origen, identidad, orientación sexual, creencias o ideas políticas”.

La defensa de la convivencia, como recoge el texto de la moción socialista, no es una cuestión de retórica: es una responsabilidad democrática y una obligación moral. “Cuando los discursos de odio campan libremente, cuando determinados mensajes quedan impunes por ‘cosas que pasan’, la democracia se empobrece y los fanatismos se refuerzan, y al final, como hemos visto en Castelló recientemente, las palabras acaban encontrando quién las convierta en acciones, lamenta Patricia Puerta.

Por eso, desde el Partido Socialista se considera “imprescindible”, que el ayuntamiento “asuma el compromiso de hacer frente al odio, de defender la convivencia y de impulsar las políticas locales necesarias para que Castelló sea un lugar seguro, inclusivo y orgullosamente democrático”.

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