Humildad

Dos años de desgobierno municipal de la derecha y la ultraderecha en el Ayuntamiento de Castelló es tiempo más que suficiente para analizar las formas con las que preside el consistorio Begoña Carrasco.

Carrasco está encantada de conocerse, y quizás por ello es incapaz de controlar esos tintes autoritarios que muestra en los plenos y en las redes sociales. En la cercanía es de sonrisa fácil, pero en el día a día se muestra como es: soberbia, incapaz de aceptar críticas, atacando incluso a los ciudadanos y ciudadanas que le sacan los colores en las redes sociales. Esta es Begoña Carrasco, más protagonista del concierto de Tom Jones que el propio Tom Jones. Carrasco La Humilde.

Si quieren conocer el verdadero rostro de la alcaldesa vean el último pleno ordinario, el del pasado 31 de julio, y verán lo que es la prepotencia, la pérdida de papeles o el desprecio a la oposición, acompañada en este camino por el rey de la manipulación, Vicent Sales, que se burló desde el inicio de la ciudadana que osó preguntar en el salón de plenos por el abandono del corredor ambiental del Riu Sec.

Esta es Carrasco, para quien la mentira no es delito, que es capaz de poner en cuestión el trabajo en la oposición del Partido Socialista mientras mantiene en el gobierno municipal, con sueldazos pagados por toda la ciudadanía, al concejal campeón de las Multas, Cristian Ramírez; al concejal de las Chapuzas, Alberto Vidal, o al concejal del Odio, Antonio Ortolá.

Patricia Puerta
Portavoz del Grupo Municipal Socialista
en el Ayuntamiento de Castelló