Las amistades peligrosas
Es ya conocido por la ciudadanía que el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Castelló, Antonio Ortolá, es un peligro público. No sorprende, pero es denunciable, su negacionismo, llegando incluso a decir esta semana que “el cambio climático no mata, pero sí el fanatismo climático”.
No vamos a perder más tiempo en los delirios de este personaje, pero sí preocupa el poder que le ha regalado Begoña Carrasco, la única culpable de que el gobierno municipal esté salpicado de machistas, racistas y negacionistas. La alcaldesa del PP ha tenido oportunidades para silenciar a su concejal de Seguridad Ciudadana, pero Carrasco calla, porque solo le interesa la poltrona.
Ortolá ya hace tiempo que debería estar fuera del gobierno municipal, pero tiene a una cómplice maravillosa en la alcaldesa, que estos días se quiere mostrar a los vecinos y vecinas como una persona especialmente preocupada por el cambio climático.
¿Saben las y los castellonenses cuál fue una de las primeras decisiones de Carrasco nada más asumir la vara de mando en 2023? Cargarse la concejalía de Transición Ecológica. Sí, ella sola, sin esperar a sus amigos y amigas de Vox.
Ahora, tras el insoportable fiasco de su jefe Mazón en la gestión de la mortal dana de Valencia, la alcaldesa se las da de interesada, pero manipula la realidad. Porque sí es de su competencia la limpieza de los cauces del río Seco y el barranco del Sol en trama urbana, por mucho que quiera echar balones fuera, preocupada por ver que no ha hecho nada en año y medio.
Patricia Puerta
Portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Castelló
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